Estamos unidos en la primera línea, de palabra y de obra, para eliminar ese flagelo, que ha afectado a toda la comunidad internacional y del cual nadie sale ileso.
Cuando un país sale de una crisis y examina qué es lo que necesita para su reconstrucción, las características de las instituciones nuevas o revitalizadas son una consideración importante.
Ello suscita el interrogante sobre los medios y arbitrios para consolidar la paz cuando se sale de un período de caos a fin de evitar el riesgo de una recaída.