Cuando una mujer está embarazada, todo lo que necesita el feto para desarrollarse, crecer, respirar y alimentarse pasa a través de la placenta y el cordón umbilical.
La placenta también funciona como una barrera defensiva para el feto y mantiene lejos una gran parte de las cosas que podrían hacerle daño, permitiendo que solo le lleguen las buenas.
Los médicos aguantaron el embarazo hasta la semana 28 y con sólo 6 meses y medio de gestación se hizo una cesárea para operar a la bebé, conectada todavía a la placenta mediante el cordón umbilical.