El telegrafista, en pantalón de pijama y camiseta, fumaba nervioso en una esquina. La madre gorda, entretanto, intentaba enfriar una tila con leves soplidos.
Es buena idea cerrar con llave la puerta de la calle y dormir con pijama: en caso de que despiertes a la intemperie descubrirte sin ropa te daría mucha pena ¡y frío!