Belén Rueda vuelve al género del terror poniéndose en la piel de Carol, una falsa médium a quien una niña pide ayuda para aprender a hablar con un fantasma atrapado en una ermita.
Los surrealistas se interesaron todo el tiempo por lo paranormal, por los fenómenos de trance, por los mediums, por la escritura automática que los médium utilizaban.