Judas estaba en el centro de un círculo de curiosos, bailando con la que le pagara, y habían tenido que poner orden para calmar las ansias de las pretendientas.
Judas se transformó en quien era al ser el primero en besar a Jesús, lo que le convirtió en alguien fundamentalmente diferente a la segunda persona que le besó.
Por ejemplo, existe una leyenda medieval acerca de Judas Iscariote en la que se cuenta cómo fue abandonado de bebé para luego matar a su padre y casarse con su madre, igual que el mito de Edipo, antes de traicionar a Jesús.