Si lo hiciésemos en una batidora de casa, lo amasaríamos con el gancho unos 5 minutos a velocidad lenta y otros 5 minutos a velocidad un poco más rápida.
De estas lenguas, llamadas de sustrato, tenemos por ejemplo la diferencia entre los conceptos “ser” y “estar” que no existe en otros idiomas y que proviene del celta, o palabras como “gancho”, o “colmena”.
La señora Prudencia Linero los vio sin distinguirlos, con un solo golpe de vista, y lo único que le impresionó fue la larga hilera de rodillas rosadas, que parecían presas de cerdo colgadas en los ganchos de una carnicería.