Concretamente en el capítulo en el que Bart sufre una adicción a la televisión por satélite, aunque… por motivos de copyright no sale tan mono como realmente es.
Pero en aquella época, como no había leyes internacionales de copyright, los editores estadounidenses preferían publicar obras de autores ingleses, que les salían gratis, antes que pagar a nuevos autores americanos por las suyas.