El elefante es el que quiere comerse el bollo ahora, aunque el jinete ha decidido que tocaba comerse un plato de quinoa ecológica con salmón hervido de piscifactoría responsable.
El recreo terminó y, como de costumbre, Alcestes se quejó de que no le daba tiempo de terminar los cuatro bollos rellenos de mantequilla que trae de su casa.