Su personaje favorito era el Amadís de Gaula, quien vivió las más emocionantes y honorables aventuras con su armadura de caballero y al galope de su caballo.
Digo, pues, salvo vuestro buen parecer, señor maese Nicolás, que este y Amadís de Gaula queden libres del fuego, y todos los demás, sin hacer más cala y cata, perezcan.
Francia estaba obligada a subir la intensidad, pero el acierto no llegaba y poco a poco la preocupación crecía entre los galos tanto en el campo como en la grada.
Y porque no es bien que te tenga más suspenso, esperando en lo que han de parar mis razones, quiero, Sancho, que sepas que el famoso Amadís de Gaula fue uno de los más perfectos caballeros andantes.
Sí, que Gandalín, escudero de Amadís de Gaula, conde fue de la Ínsula Firme, y se lee dél que siempre hablaba a su señor con la gorra en la mano, inclinada la cabeza y doblado el cuerpo more turquesco.