Quizás sea esta luz la que da ese encanto a sus edificios, la que transmite su historia, la que ilumina los rostros de las personas y forja su carácter.
Gracias a sus victorias y a su política de distribuir los botines equitativamente, Espartaco continuó atrayendo adeptos y ganó el control de aldeas donde podían forjarse nuevas armas.
A cien metros de profundidad, un marlín estaba comiéndose las sardinas que cubrían la punta y la pata del anzuelo forjado a mano que asumaba de la cabeza del pequeño atún.
Echo la vista atrás y miro un poco la situación y la escuela creo que obviamente es un lugar muy, muy importante, donde se forjan, pues la personalidad, las cualidades de una persona, las amistades también, ¿no?