El fragmento no dejó atrás la formación, sino que ejecutó un giro de treinta y tres grados y, sin reducir la velocidad, fue directo a por Frontera infinita.
Tras pasar por la última nave, Meiji, la gota alcanzó el final de la fila y volvió a ejecutar un ángulo agudo para ir a por la primera nave de la tercera fila, Newton.