De pronto en la distancia, Pinocho vio a Gepeto que desesperado lo seguía en una balsa, cuando una ballena descomunal se trago al viejito y se hundió en el agua.
Huyó nuevamente y se transformó en un maguey doble y cuando lo volvieron a encontrar se tiró al agua y se convirtió en ajolote, ¡Y aún así Quetzalcóatl lo encontró!
Ahí había cinco… Y me dije… A mí me contaron que había un haitiano que estaba amarrado como que si el mismo haitiano se ahorcó solo y se lanzó al agua.