El sonido de la lluvia nocturna cayendo sobre la hierba y el lago era como la cacofonía de innumerables ruegos que llegaban desde otro lugar y otro tiempo.
El estudiante mirando hacia arriba escuchó. Pero no pudo entender la confidencia del ruiseñor, pues sólo le era posible comprender las cosas que estaban escritas en los libros.
Lo mismo ocurre con otros mamíferos, lo cual ayuda a explicar como una leona con pelaje amarillento agazapada sobre la hierba verde puede pasar desapercibida para sus presas.
Estaba muy hambriento porque en las últimas horas no había conseguido ninguna presa que llevarse a la boca. Cuando ya había perdido toda esperanza, algo se movió entre la maleza.
Mira cómo se limpian las acacias, negras ya y un poco doradas todavía; cómo torna a navegar por la cuneta el barquito de los niños, parado ayer entre la hierba.
Solo paredes caídas, maleza crecida… Lo único mejor conservado es una iglesia que, aunque no está en la foto, destaca por sus paredes blancas y su estructura completa.