La señora Weasley removía el contenido de una olla puesta sobre el fuego, y el señor Weasley, sentado a la mesa, comprobaba un manojo de grandes entradas de pergamino.
Nezha encuentra un pergamino, y al tocarlo llega a un lugar donde lo esperaba su maestro, que sin perder el tiempo le muestra todo lo que el pincel mágico puede hacer.
La primera vez que vemos aparecer esta letra en un pergamino fue allá por la Edad Media, exactamente en 1176, y fueron los monjes quienes la inventaron por una razón puramente económica.
Leyó el Duque el cartel con los ojos medio cerrados, y luego, con los brazos abiertos, fue a abrazar a don Quijote, diciéndole ser el más buen caballero que en ningún siglo se hubiese visto.