Con su elegante fachada y su impresionante rosetón, esta iglesia románica es un punto de referencia no solo espiritual, sino también cultural para los abulenses y visitantes.
Esta iglesia, con su historia que se remonta a los inicios del románico, es un lugar de paz y recogimiento, un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad.
Al cruzar sus puertas, entramos en un mundo donde la arquitectura románica y gótica se fusionan, creando un escenario donde cada iglesia, cada convento y cada plaza tiene una historia que contar.
La arquitectura de la ermita, con sus elementos románicos que datan del siglo XIII, nos habla de un pasado donde el arte religioso buscaba no solo inspirar devoción, sino también contar historias.