La policía y la judicatura deberían estar debidamente capacitadas para investigar y sancionar todos los actos de discriminación y violencia contra los romaníes.
No obstante, reconoce que persisten algunos perjuicios, en especial con respecto a las expresiones religiosas de los afrobrasileños, los indígenas y los romaníes.
Otro enorme problema para establecer prioridades y diseñar programas para reducir la pobreza entre la población romaní es incluirlos en las estadísticas oficiales.