La mitad de las calorías quemadas por el cerebro se destina a mantener intacta la estructura bombeando iones de sodio y potasio a través de las membranas para mantener una carga eléctrica.
Las enfermedades pulmonares como bronquitis, enfisema y asma reducen las vías por donde circula el oxígeno y a la vez debilitan la membrana que permite el ingreso de oxígeno a la sangre.