Conocía el mundo, había aprendido a vivir y a pensar de otro modo, pero nunca había vuelto a San Juan de la Ciénaga después del frustrado vuelo en globo.
Ella había estado en el primer viaje en globo, y no había sufrido ningún sobresalto, pero apenas si podía creer que fuera la misma que se atrevió a semejante aventura.
En la Tierra, la bola de fuego se habría elevado como un globo de aire caliente, formado una especie de tallo y, al ir alcanzando el aire más frío, se habría esparcido alrededor formando una nube-hongo.
Con ocasión de las festividades del nuevo siglo hubo un novedoso programa de actos públicos, el más memorable de los cuales fue el primer viaje en globo, fruto de la iniciativa inagotable del doctor Juvenal Urbino.