América Latina, con sus selvas impenetrables, con sus montañas inaccesibles, sus mares tormentosos, es una tierra de prodigios naturales y de confluencias culturales.
Desde el oblicuo ángulo desde el que lo veía parecía que el obelisco no tuviera base... y estuviera balanceándose en el sombrío cielo como si flotara sobre un agitado mar.