Me alisté en la Armada Española y peleé contra los turcos en la batalla de Lepanto donde un disparo me destrozó la mano izquierda dejándomela inutilizada para siempre.
Lo hemos dicho antes y lo diremos nuevamente, Realmente los jóvenes no son invencibles, los jóvenes pueden infectarse, pueden morir y transmitir el virus a otros.
Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
Hemos charlado con él sobre su último trabajo con Scorsese, 'Los asesinos de la luna' 20 de mayo, Festival de Cannes, la alfombra roja más deseada del planeta y la pisa una armada invencible.