Según la leyenda, cuando las tropas musulmanas intentaron atacar por sorpresa al ejército del rey por la noche, un murciélago golpeó sus alas contra un tambor, despertando así a las tropas del rey y frustrando el ataque.
Entonces se las ponen al final y al final del curso todo el día hay un ejercicio donde todos caminan, tocan el tambor, paran, se miran a los ojos, miran la etiqueta, y de ahí se vuelven a mirar.