Taty Castellanos marcó el segundo póker de su carrera y lo cerró con este gol de cabeza que levantó al estadio en una noche que difícilmente olvidará el argentino.
Venían en él envueltos y guardados unos naipes de figura ovada, porque de ejercitarlos se les habían gastado las puntas, y porque durasen más se las cercenaron y los dejaron de aquel talle.
El Campeón de Memoria Marwin Wallonius lo usó para aprenderse, en solo 30 minutos, el orden correcto de 5040 dígitos binarios y una baraja completa 52 naipes en solo 33 segundos.
Una baraja de póker, con mis amigos siempre jugamos entre todos, me recuerda mucho a ello, sobre todo porque cuando íbamos a un hotel juntos o a lo que fuese, jugábamos mucho con ella.