A veces anotaban cosas en códices pictográficos, repletos de ilustraciones y símbolos con distintos significados, pero casi nada llegó hasta nuestros días y todo tiene orígenes debatidos.
Reconocí, encuadernados en seda amarilla, algunos tomos manuscritos de la Enciclopedia Perdida que dirigió el Tercer Emperador e la Dinastía Luminosa y que no se dio nunca a la imprenta.