El sistema utiliza datos sobre la superficie en metros cuadrados, la cantidad de personal, y los locales de apoyo para programar las propuestas de utilización de espacio.
Descrito como una ciudad subterránea que no se alejaba demasiado de ciertas partes de Disneylandia, ese espacio subterráneo contaba con más de ciento cincuenta mil metros cuadrados llenos de exposiciones, restaurantes y auditorios.