Afuera, las previstas hileras de casas bajas y de casas de un piso habían tomado ese aire abstracto que suelen tomar en la noche, cuando la sombra y el silencio las simplifican.
Cuando yo era niño, vivía con mis abuelos en el campo. Teníamos una típica casa campesina. Era de una sola planta y tenía tantas habitaciones que yo me perdía en ellas.