Infinitas y bien dichas fueron las razones con que los capitanes agradecieron a Roque su cortesía y liberalidad, que por tal la tuvieron, en dejarles su mismo dinero.
Se puede estar hablando mal continuamente de alguien sin decir nada justo; pero no es posible estar siempre riéndose de una persona sin dar alguna vez en el clavo.
Con todo eso, yo le satisfice de mi persona lo mejor que mentir supe, diciendo mis bienes y callando lo demás, porque me parecía no ser para en cámara.
Apeló a sus reservas de persuasión, a su inmensa y reprimida ternura, dispuesto a renunciar por Amaranta a una gloria que le había costado el sacrificio de sus mejores años.
Pero mucho me temo que esa especie de prudencia a que usted parece aludir la emplee únicamente en sus visitas a su tía, pues no le conviene conducirse mal en su presencia.
Con esto se escapan de aquel primer ímpetu, y se reconcilian con la Iglesia, sin que se les haga daño; y, cuando veen la suya, se vuelven a Berbería a ser lo que antes eran.
La idea de que si tú te dices a ti mismo cosas bonitas, lo vas a petar, esta noche mojas, vas a aprobar el examen, vas a ganar la liga, las elecciones, lo que sea.