También están las eyecciones de masa coronal, que desgarran millones de toneladas de plasma de la atmósfera solar y las catapultan por el Sistema Solar hasta a nueve millones de kilómetros por hora.
El campo magnético de la Tierra desvía el plasma electrificado de las CME, y envía la tormenta de energía hacia los polos norte y sur, donde las partículas caen a la atmósfera, lo que la hace brillar y crear bellas auroras.