Y si a alguno de ustedes le apetece unirse, el próximo domingo puede venir a la capilla de Harvard, arrodillarse ante el crucifijo y recibir la sagrada comunión.
Cuando la vio aparecer con un camisón de madapolán y el cabello suelto en la espalda, el decrépito párroco creyó que era una burla, y despachó al monaguillo.
Dos noches antes de la primera comunión, el padre Antonio Isabel se encerró con él en la sacristía para confesarlo, con la ayuda de un diccionario de pecados.
Pintada cuando el artista tenía solo 15 años, La Primera Comunión se trata de una de las obras más representativas de la etapa de formación del artista.
En ese tiempo no estaba permitido comulgar de pie y sólo se oficiaba en latín, pero mi madre suele hacer esa clase de precisiones superfluas cuando quiere llegar al fondo de las cosas.
A las cinco, en vez de ir con ella, hizo ante su confesor un acto de contrición profunda, y el domingo siguiente comulgó con el corazón hecho pedazos, pero con el alma tranquila.
Y esta palabra cobra importancia dentro de la doctrina católica en la que se define como la conversión del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo mediante las palabras de la consagración eucarística.