Entonces sí: los Picapiedra podrían celebrar el solsticio de invierno, que después se convertiría en la fiesta de cumpleaños del fundador de una de las religiones más importantes del mundo.
El procónsul es un primate que ya podía ver a colores y fue probablemente el ancestro, hace 15 millones de años de los orangutanes y de los homínidos: chimpancés, gorilas, y nosotros.