Los pegotes de pasta dentro de una estrella de neutrones pueden llegar a formar montañas de, como mucho, unos centímetros, pero con una masa equivalente a numerosos Himalayas.
Lo que queda ahora es una estrella de neutrones, con una masa de un millón de veces la Tierra, pero comprimida en un objeto de unos 25 kilómetros de diámetro.
Toda nuestra moderna tecnología está fabricada con elementos de estrellas de neutrones que se formaron eones atrás y que enviaron estos átomos en un viaje de 13 000 millones de años para que se unieran y formaran nuestro mundo.