Sus calles estrechas y sinuosas, flanqueadas por edificios que han sido testigos mudos de incontables eventos históricos, nos guían a través de una narrativa urbana fascinante.
Pero allí, sobre el burro, avanzando por un camino estrecho y torcido, bordeado de cocoteros, sentí que no podía resistir un minuto más. Pedí que me diera agua de coco.
27 Hízole también dos anillos de oro debajo de la corona en las dos esquinas á los dos lados, para pasar por ellos las varas con que había de ser conducido.
Antes de empezar dirigió a la puerta una mirada en la que se pintaba el temor de ser sorprendido, miró al icono oscuro del rincón y exhaló un largo suspiro.
30 Un portón de madera podrida nos condujo al interior de un patio custodiado por lámparas de gas que salpicaban gárgolas y ángeles cuyas facciones se deshacían en la piedra envejecida.
Con sus calles bordeadas de árboles, cafés de moda, boutiques exclusivas y restaurantes gourmet, El Poblado es el lugar perfecto para experimentar el lado más moderno y sofisticado de la ciudad.
Al cabo de muchas tentativas inútiles volvimos al automóvil, abandonamos la ciudad por un sendero de cipreses sin indicaciones viales, y una vieja pastora de gansos nos indicó con precisión dónde estaba el castillo.