En un momento el muelle parecía tapizado de pollitos inquietos piando por todas partes, entre los viajeros apresurados que los pisoteaban sin sentirlos.
Los puños cerrados indican enfado o frustración, los brazos cruzados son un signo de actitud defensiva, y el movimiento inquieto de los dedos puede significar aburrimiento, impaciencia o pensamiento profundo.